miércoles, 21 de enero de 2015

Cuidado y maquillaje según tu tipo de piel

La piel es el fiel reflejo de la salud de cada persona. Hay muchos factores que pueden estropearla como puede ser la contaminación atmosférica, una mala alimentación, el tabaco o las temperaturas ambientales extremas. Es por esto que tenemos que poner mucho empeño en cuidarla.

Según los dermatólogos, la mejor manera de cuidar nuestra piel es conociéndola a fondo, ya que los productos y tratamientos varían dependiendo de si nuestra piel es normal, seca, grasa, sensible o mixta.

Hay que tener en cuenta que una misma persona puede tener distintos tipos de piel en su rostro. Y, por si fuera poco, la piel cambia con los años, las estaciones, el ritmo de vida e incluso por el estado del ánimo.

La siguiente información podrá ayudarte a saber cómo es tu piel y, a partir de ahí, sabrás cómo tratarla.


Piel normal: Se identifica muy fácilmente se trata de una piel luminosa, fina, suave, tersa y flexible en la que no se aprecian zonas de sequedad, poros abiertos, ni otras alteraciones cutáneas. Sin embargo, esta piel es tan difícil de encontrar que muchos expertos consideran que este tipo de piel casi no existe.

Los cuidados ideales para este tipo de pieles son la limpieza e hidratación. Pueden, además, utilizar casi cualquier tipo de maquillaje. Sólo es cuestión de probar.




Piel seca: Se identifica por ser tirante, opaca, áspera, quebradiza, con poros diminutos y porque presenta algunas arrugas y descamaciones. Estas pieles pueden llegar a proporcionar una tez bonita, suave y uniforme si se le aplican los cuidados que necesita.

Una piel extremadamente seca puede volverse sensible, irritable, propensa a alergias y no ser capaz de repararse por sí misma. Muchas veces esto es debido a una mala alimentación con pocas vitaminas y grasas, con falta de vegetales, futa fresca y proteínas.

Es por esto que necesita cuidados desde muy temprana edad:


  • Las cremas de uso diario deben contener activos altamente hidratantes y sustancias nutritivas. Hay que dar a la piel vitaminas y otros nutrientes, estimulen la renovación celular y aumenten el grosor de la piel.
  • Las limpiadoras deben ser suaves y con activos hidratantes y nutritivos para evitar que sequen aún más la piel y produzcan descamaciones o irritación
  • Las bases de maquillaje ideales tienen que ofrecer texturas ligeras, fluidas y cremosas. Además, para un mejor acabado, elige aquellas que den luminosidad e hidratación a tu rostro.
  • Descartar los polvos ya que son productos que resecan mucho la piel y pueden hacer más visibles las líneas de expresión e imperfecciones.
  • Para el colorete elige uno de textura más cremosa que le aportará a tu rostro un toque de frescura y luminosidad.


Piel grasa: Este tipo de pieles tienen mucho brillo y un tacto aceitoso, poros dilatados, granitos y/o puntos negros especialmente en las aletas de la nariz y textura resbaladiza o áspera. Sin embargo, aunque sea grasa, suele ser una piel que necesita mucha agua.

Aunque no todo son desventajas. Esta piel cuenta con una protección ante agresiones externas y la aparición de arrugas. Aunque el paso de los años deja otras huellas en el rostro como la flacidez, descolgamiento y deshidratación

Esta piel suele asociarse en la juventud ya que es en la etapa de la pubertad donde suelen aparecer los cambios hormonales, los granitos y los puntos negros. 



Es muy difícil que esta piel desaparezca con la adultez, por no decir imposible. Pero sí que es cierto que la producción de grasa disminuye al acercarse la menopausia (en el caso de las mujeres).

Para estas pieles, los mejores consejos son:
  • Mantener una piel grasa sana es posible con limpieza, hidratación y tratamiento. Lo ideal es sanearla dos veces al día con una limpiadora adecuada, que elimino sebo y suciedad a la vez que calma y equilibra la piel.
  • Tras la limpieza, utiliza un tónico para cerrar los poros dilatados y equilibrar el pH cutáneo para evitar la profusión de bacterias.
  • Exfolia y usa mascarillas purificantes. Pero no es conveniente utilizar productos con fórmulas aceitosas
  • Evita los productos cremosos o grasos y opte por hidratantes en forma de gel o crema con filtro solar y también por productos con vitaminas A, C y E en extractos vegetales.
  • Para el tratamiento antiarrugas, lo mejor son productos en forma de gel.
  • Para el maquillaje evita aquellas que contenga grasas, el colorete en crema y sombras de ojos.
  • Utiliza las bases preparatorias para matizar la grasa y hacer más duradero el maquillaje y polvos que tengan efecto mate.
  • Aplica el maquillaje con brochas y lávalas cada semana
  • Y lo más importante de todo: elimina el maquillaje todas las noches


Piel sensible: Es aquella que tiene tendencia a presentar rojeces, irritaciones, tirantez o picor y que se altera ante cualquier cambio, incluso emocional.

El tratamiento de estas pieles es muy complejo y debe empezar por identificar qué factores producen las reacciones e intentar evitarlos todo lo posible. No todas las pieles sensibles son iguales ni deben tratarse de la misma forma.

Los consejos que podemos aportar para este tipo de pieles son los siguientes:

  • Limpiar a diario la piel con cosméticos adaptados a pieles sensibles es algo indispensable.
  • Estos cosméticos tienen que ser hidratantes.
  • Evitar aquellos que sequen la piel y escoger aquellos productos de limpieza sin aclarado o de spray.
  • Evitar aquellos que contengan alcohol, perfume, colorantes y conservantes ya que son ingredientes que suelen producir reacciones cutáneas.
  • Busca bases, polvo y maquillaje de ojos que contenga minerales que permitan que la piel respire mientras la protege de las bacterias y lucha contra la inflamación.
  • Prioriza aquellos productos que sean hidratantes con color. Esta es una buena opción para tener la hidratación con toque de maquillaje perfecta para tu rostro.


Piel mixta: Es una de las pieles más comunes entre las mujeres y se caracteriza por presentar zonas de piel seca y grasa. Esta última se concentra, normalmente, en la frente, nariz y barbilla. Esta piel debe ser tratada de forma especial ya que cada persona tiene necesidades distintas.

Vamos a conocer algunos consejos que pueden ayudarnos a conseguir un cuidado perfecto para este tipo de pieles:
  • Limpia a diario la piel con productos libres en aceites para no aumentar la sensación grasa, y sin jabón que sean suaves y respetuosos con la zona de piel seca.
  • Utiliza una o dos veces por semana una mascarilla de arcilla blanca en la zona de la frente, nariz y barbilla, para limpiar, purificar y afinar los poros.
  • Aplicar tratamientos altamente hidratantes.
  • Utiliza bases con diferentes texturas (sin grasa y mate) y que sean hidratantes para evitar la sequedad.


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